Nota de lectura: Réplica en escala
El cuento “Réplica en escala”
de Paula Tomassoni narra en primera persona tres momentos distintos de una
infancia en el contexto de la ultima dictadura cívico-militar de nuestro país.
Si bien están narrados por una adulta, por momentos las sensaciones son tan
intensas y narradas con cierta inocencia que sentimos que es la niña viviendo
aquellas situaciones la que le habla al lector.
El relato está dividido
en tres partes (1982, 1979 y 1976) en las se nos cuentan distintos sucesos que
denotan la presencia en la cotidianidad de la dictadura, que a media que la
historia avanza se hace más presente. El cuento comienza con el final de la
dictadura y retrocede hacia los inicios.
A lo largo del cuento
podemos ver como la protagonista y su entorno se ven afectados de distintas
maneras por el contexto político y social. Los personajes adoptan diferentes
roles ante la represión y el miedo constante de la época. Podemos analizar esto
en dos personajes en particular: Eugenia y la madre de la narradora.
Eugenia era una
compañera de patín de la protagonista. La conocemos en la primera parte del
relato. En 1982 se estaba realizando un desfile por los cien años de La Plata
en el que se encontraría Bignone, el presidente de facto de aquel entonces, por
lo que la protagonista, junto con su grupo de patín debían formarse y, al
llegar su turno, realizar el saludo. Se nos presentan a muchas niñas muy
ansiosas por la situación menos a una: Eugenia. Se la describe callada, nos
cuentan que es de las pocas que no se maquilló. En un momento, sus compañeras comentan
entre ellas que creen que no tiene mamá. Cuando llega el momento de que las
niñas saluden, ella es la única que no lo hace: por el contrario, se mantiene
con los brazos colgando a su costado. Esta actitud de Eugenia demuestra que, a
pesar de su corta edad, entiende muy bien lo que está pasando y protesta. Se
nos da a entender que su madre ha sido desaparecida y Eugenia sabe que Bignone
es uno de los tantos responsables.
Por otro lado, la madre
de la protagonista se muestra siempre muy aterrada. Por ejemplo, en la escena
de 1979 se nos cuenta que los tíos de la narradora eran peronistas y que decían
a menudo “Viva Perón”. Una vez al repetirlo, su madre le dijo que nunca diga
eso, que era peligroso. Entendemos que el miedo ejercido por el gobierno de
facto la llevaron a mantenerse en silencio.
Entonces, el cuento
retrata escenas individuales y cotidianas pero que representan una historia
colectiva. El miedo y el peligro de la época atravesaban completamente a todos
los habitantes de nuestro país, incluso los más pequeños, que vivían en su día
a día escenas terroríficas y paralizantes.
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